Cajon de Sastre por Esther Bravo (I)
REIR
Reír es vivir...
sobre el riachuelo de tus labiosreposando en la dulzura de tu boca
Reír es crecer entornada de canciones
despegando hacía el aire
caminando en la frescura
meciendo la tristeza
bebiendo las lágrimas
Reír es respirar mirando la luna
repleta de sonrisas en la noche
acoger la felicidad del instante
atravesar la magia
vivir con el corazón.
Reír es vivir...
sobre el riachuelo de tus labios
reposando en la dulzura de tu boca
PALABRAS GRISES
Detesto el ruido de la arrogancia
encaramada en los brazos de las palabras grises
ensordece mi memoria los gritos de la añoranza
carcomida por la razón empobrecida
No deseo los enredos del desprecio
no acuno la esperanza de mis súplicas
no calmo las heridas de mi pecho retorcido
llamando con insistencia... paz, silencio, poesía
Aplacado el laberinto de la pared ennegrecida
Se estremecen los colores en pasteles
no mires los errores la calma permanece
Justa la noche se viste un requiebro
cantata de piano de eternos refugios
hacia un abismo eterno que no entiendo
JARDINES DE AGUA
Asomaba el Guadalquivir con su genio rezumando en sus paredes
Sollozos, delirios compartidos gritos de alerta y pasión
Caminando en las aceras, en los patios, soportales
Al eco marcado por el aroma del incienso andaluz
Sorprendidos por el aire nos bañábamos con la noche y
una tierna berenjena de encaje con sabor a miel
Respetaba los momentos, al unísono de las muecas
Las sonrisas que encendían los luceros, las estrellas y el amor
De repente en los jardines, una luna reflejaba los abrazos
Ensoñando melodías de cascadas que alumbraban los recuerdos
al sonido chispeante de los verdes jardines
que recogen la alegría de las fuentes con agua de alhelí
Se duerme la noche con palabras de melosa canción
Despidiendo juguetonas unas nubes sonrosadas
De rosas, naranjos y blancas margaritas
Recogiendo amaneceres de una temprana emoción
Pasarán los días de la Córdoba querida
Pasarán las noches del alcázar y azafrán pero
En los espíritus de los árabes califas
Vivirá eterna nuestra magia, el flamenco y el cantar